jueves, 11 de diciembre de 2014

LA LITERATURA EN LA EDAD DORADA

A forma de relicario, guarda tesoros de veneración, de santidad, joyas humanitarias…
Como arcón se colma de ilusiones, gozos pasiones,  dolencias, alegrías y experiencias humanas…
Como hemeroteca, guarda la información de su tiempo presente, del arte,  productos estéticos, comunicativos creados con sentimiento que dieron  forma a las idealizaciones…
Como baúl de recuerdos, aturrada está con vidas friccionadas por pasiones humanas que carcomen el amor, generador de vida, insumo vital de las motivaciones de la vida que recibimos, reciclamos y legamos desde el uso de razón, empleo de la voluntad, desempeño cotidiano hasta la inexorable partida de la transeúnte humanidad personal y colectiva…
Como maleta, guarda lo valioso para el vital camino que los humanos recorremos hacia el principio vivificador…
Como tea es fuego que protege de las insidias que soportamos en las expresiones múltiples, defensa, y guía precursora tutelar del legado de los que ya pasaron…
Como lámpara de Aladino libera sueños y anhelos, redescubriendo la realidad objetiva e insondable depósito de los valores nuestros…
Como crisol, purifica, amalgama los impulsos primeros, los procesa  y conforma en redes emocionales  sublimados con ardor…
Como  esplendente sol  sublimiza  resquemores  quema denuestos y pacifica el espíritu razonablemente…
 Como religión proyecta con plenitud, beatifica tu regreso a tu esencia sutil y divinizada…
FELIZ DÍA DEL ABUELO CON LA FAMILIA.
POST DATA: Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.     
                                                                   Ingmar Bergman

¡DESEOS DE SER  MEJOR HUMANO!
¿Dónde lector, dónde estimada lectora colocar podría esta petición colectiva y anónima que hoy personalizo?
¡Que sea mejor humano!
Señor, que has regalado la vida a hombres y mujeres dividida en etapas, de la infancia a la vejez… y más allá:
Auxíliame para que no me convierta en protagónico inconforme de  lo que no cambie porque no intenté construir o  no pude; que no proteste impulsivo,  acaso sea un reclamo comedido para mis crecientes necesidades.
Ayúdame a no ser reclamante viejo, sino discreto acompañante en la convivencia familiar o comunitaria.
Consérvame las líneas frescas de la sonrisa en mi estriado rostro para dar testimonio del gusto por la vida a los cercanos.
Que mi desdentada boca, alabe tu gran poder y agradezca los servicios y compañía que reciba y ojalá pudiera corresponder…
Consérvame el sentido del respetuoso humor que me coloque entre las personas, cosas en el lugar de relación digna y amorosa.
Que pueda aceptar los propios males y no tomarlos tan en serio, reírnos de ellos, para comunicar alegría al minimizar pesares.

 Sea yo con tu ayuda  Señor, un viejo sonriente,
que no pudiendo intercambiar servicios en igualdad
con mis hermanos, les dé testimonio de alegría.

Señor, que has implantado en mi pecho un corazón
para amar y ser amado semejante al
 Corazón traspasado de tu Hijo,
no permitas que me convierta en viejo egoísta,
trepado en la altura de la egolatría o
acurrucado  en aislamiento deshumanizador
temeroso de los necesarios cambios de tiempo
dudando de la Providencia.

Consérvame con mente,  corazón y brazos abiertos,
manos tendidas hacia los demás, dispuestas a ocuparse
a favor de algún necesitado.

 NOTA BUENA: Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será.

Miguel de Unamuno